domingo, 4 de noviembre de 2007

Del Incidente de F-16

El viernes 2 de noviembre varios jóvenes cuencanos se dieron cita en la Quinta de Balzain para el festival de rock organizado por Trucho Records. Dicha organización facilita tours nacionales a bandas de rock ecuatorianas y en esta ocasión ofrecieron, en el contexto de las fiestas de Cuenca, un evento con excelentes bandas: Mortero, f-16, Sobras y Cenizas, Mama Vudú y como plato fuerte Sudakaya.

Probablemente fue la falta de seguridad (ni un solo guardia dentro o cerca de lugar del evento) lo que facilitó el escándalo de la noche. Los fans de las bandas más pesadas manifestaban mediante insultos, gestos groseros y lanzando objetos, su rechazo al pop-rock de F-16 cuyo vocalista, a mitad de una canción, perdió la paciencia y lanzando al piso su guitarra Gibson Les Paul (que evidencia buena situación económica), bajó del escenario y estrelló una pesada silla de madera contra el tórax de uno de los chicos que lo molestaban desde la audiencia. El incidente detuvo por casi 40 minutos el evento, hasta que sus organizadores reestablecieran el orden.

Mi reflexión es la siguiente: soy músico y por mis gustos, tampoco sentí mayor apego por la música, letras o puesta en escena de la banda f-16. Pienso que muchos músicos excelentes se deben sentir frustrados ante contenido light que atrae al público masivo, público que aprecia lo fácil (como chicas fans de Avril Lavigne). Aun más frustrante el rapido apoyo que los medios le dan a esto, lo que otorga popularidad desvinculada de la calidad u orignalidad de un artista (tal como los artistas pop). A pesar de todo, la banda cumplía con su trabajo esa noche y tocaba para el público que estaba ahí para oírlos. ¿Quien está mal?, una banda que ofrece música ligera para público ligero (artisticamente intrascedente pero legal y muchas veces nescesario), ¿o un puñado de chicos rebeldes que no ocultan su envidia y necesitan insultar y hacer una mala seña para sentirse mejor? Yo tuve muy claro el por qué no me siento tan identificado con el trabajo de F-16 y por eso esperaba tranquilamente a las otras bandas, aplaudiendo su esfuerzo en escena, al final, soy parte del público a quienes ofrecían su arte, ¿no es eso lo decente?

3 comentarios:

Silvana Tapia dijo...

Hoy el cantante de F16 vino a clase con yeso!

Pico dijo...

Exactamente! Estos manes rebeldes no tienen envidia personal, sino que no soportan que en este caso f-16, un grupo bien a lo simple plan, etiquetados como "malos artistas" o cosas asi tengan mas acogida que los grupos "buenos".

Cada quien tiene sus gustos y alla si oyen f-16 o lo que sea.

Tu actitud de aplaudirles aunque no te guste esta de lo mas bacan.

Salud!

Anónimo dijo...

cada quien disfruta su genero!!! pero que mal que todo siempre termine en violencia...